martes, 21 de abril de 2015

Michel Foucault: biopolítica y gobierno


Un libro en el que los nombres de los capítulos se componen de años, meses y días puede remitir a crónicas, bitácoras y otro tipo de documentos históricos. El libro “Nacimiento de la Biopolítica, Curso de Collège de France (1978 – 1979)” presenta esta característica, pues en él fueron registradas las cátedras impartidas por Michel Foucault en el año setenta y nueve y posteriormente adaptadas para su publicación escrita en el año dos mil cuatro. Esta ponencia pretende presentar la primera lección “Clase del 10 de enero de 1979” en la que el catedrático, mediante un recurso retórico de contrastes entre citas en latín,  inicia el curso expresando su intención de continuar con algo comenzado el año anterior que fue trazar la historia del arte de gobernar. Para ello, a diferencia de lo que proponen los editores al inicio del capítulo en el que dividen el contenido en seis tópicos, esta presentación se ha organizado del siguiente modo: primero la definición del método y objeto de estudio el cual es el gobierno, segundo los dos tipos de objetivos que tiene el Estado, tercero cuales son las limitaciones del Estado y por último, una apuesta por mostrar el acoplamiento a una serie de prácticas de la verdad o régimen de la verdad.

Para comenzar, en el estudio del “arte de gobernar”, al  restringir la interpretación de dicha  expresión se evidencia el interés de Foucault por aclarar que se refiere al gobierno de los hombres solo en la medida que se presenta como el ejercicio de la soberanía política. No se trata ni del gobierno de los niños, de las familias, de una casa o de las almas. Y tampoco es un estudio realizado a partir de las experiencias de gobernantes específicos y sus gobiernos en momentos históricos determinados.

            Es así como en definitiva, lo que busca es comprender la manera de hacer el mejor gobierno y reflexionar sobre la práctica que puede llevar a esto. Para ello se conceptualiza la práctica gubernamental determinando los siguientes aspectos: El modo en que se estableció el dominio de la práctica del gobierno, sus diferentes objetos, sus reglas generales y sus objetivos de conjunto para llevar dicha práctica a un buen término.

Antes de continuar con el desarrollo conceptual de la práctica gubernamental, y para mantener el orden enunciado en la introducción, es pertinente aclarar que la elección de método para su estudio busca dejar de lado una serie de nociones  que pueden ser entendidas, desde los análisis sociológicos, históricos o filosóficos como universales. Ejemplos de estos universales pueden ser el soberano, la soberanía, el pueblo, los sujetos, el Estado y la sociedad civil. En oposición a iniciar desde estos universales, para deducir de ellos unos fenómenos concretos, Foucault busca comenzar por las manifestaciones y comprender conceptos como el de Estado a la luz de prácticas específicas.

Así mismo, y en relación con la omisión de los llamados universales en el punto de partida del estudio, el catedrático muestra su interés por aclarar que esta manera de comprender el arte de gobernar no es una reducción historicista. Por el contrario, la intención es hacer lo inverso y se parte de la inexistencia de los universales para preguntar que tipo de estudio puede hacerse. La pregunta planteada a manera de crítica “¿Cómo pueden escribir historia si no admiten a priori la existencia de algo como el Estado, la sociedad, el soberano o los súbditos? Permite argumentar su metodología en la que ya, desde estudios anteriores como en el tema de la locura, supone que la locura no existe y se pregunta por la historia que se puede hacer de esos acontecimiento. Esta manera de ver el fenómeno le permite identificarlo como un conjunto de prácticas que pueden ser estudiadas de un modo crítico y que en apariencia se ajustan a una cosa supuesta llamada locura.

Una vez establecido el método, se hace posible continuar con lo que se llamó el desarrollo conceptual de la práctica gubernamental. En este, Foucault mantienen una referencia constante a lo que trabajó el año anterior, y que considera que es un episodio importante en la historia del gobierno, la aparición y establecimiento de lo que en la época se llamaba razón de Estado.  Esta razón de Estado también puede entenderse como la racionalización de la práctica gubernamental en el ejercicio de la soberanía política.

De este modo, el estudio del arte de gobernar exige la identificación del surgimiento de “cierto tipo de racionalidad que permitiría ajustar la manera de gobernar a algo denominado Estado”. Es interesante observar que, desde el análisis del estudio realizado, en la práctica de gobernar el Estado se presenta como algo que ya existe pero que es a la vez un objetivo que se encuentra por construir. “El Estado es a la vez lo que existe y lo que aún no existe en grado suficiente” y en consecuencia la razón de Estado es la racionalización de una práctica que va a situarse entre un Estado que se presenta como algo que ya ha sido dado y un Estado que se presenta como algo que esta por construir. 

En la continuación de la búsqueda por establecer lo que es el arte de gobernar, y esto es a la vez comprender las diferentes prácticas que lo acompañan, una de estas prácticas consiste en fijar las reglas de modo racional que definen la manera de obrar y transformar el Estado en lo que este debe ser. “La ratio gubernamental permite de un modo razonado o calculado hacer llegar al Estado a su máximo punto”. ¿Qué puede ser el máximo punto de un Estado? Es a lo que debe llevar el arte de gobernar según el principio de la razón y consiste en que un Estado sea sólido y permanente, pueda obtener los recursos que necesita y hacerle frente a todo lo que amenace con su destrucción.

A parte de lo anterior, y lo que esta relacionado con la razón gubernamental ubicada en un inicio por el autor de este curso en el siglo XVI, Foucault hace énfasis en que el Estado se define como realidad específica y autónoma. Esto significa que el Estado es una realidad que se compone de un conjunto de actividades que son independientes a cualquier otro tipo de sistemas de obediencia que se le imponen como lo pueden ser la naturaleza o Dios. Al ser el Estado una realidad específica, autónoma, que solo existe para sí y en relación consigo mimo, debe comprenderse en plural pues no se integra a proyectos de homogenización como teofanías o estructuras imperiales. Es por la razón anterior que desde lo concreto no es posible hablar de Estado sino de Estados y esa característica de la pluralidad se manifiesta mediante la acción de gobernar y con instituciones correlativas a dicha acción.   Las instituciones identificadas en el estudio son: el mercantilismo, la policía o reglamentación del país y la constitución de un ejercito y una diplomacia permanente.

Para pasar al análisis de las acciones que dan origen a  las instituciones ya identificadas, es necesario a la vez seguir con el segundo punto de esta ponencia, y los dos objetivos que se traza el Estado. El gobierno bajo su característica de razón Estado y debido a su pluralidad debe relacionarse con otros Estados, esto puede entenderse como su política exterior, y se asigna un objetivo limitado. Para este caso es posible hacer un ejemplo de comparación entre el gobernante sujeto a la razón Estado en contraste con los gobernantes de la edad media quienes buscaban situarse en una posición imperial bajo un proyecto de homogenización. Por el contrario, en el orden de gobernar a nivel interno del Estado, lo que puede ser la política interna del Estado de policía, implica objetivos que pueden ser calificados de ilimitados.  As así ccomo,“En cuanto a poder independiente frente a otros poderes, quien gobierna según la razón del Estado tiene objetivos limitados. En cambio cuando se debe manejar un poder publico que regula el comportamiento de los sujetos, el objetivo de quien gobierna es ilimitado”.
  
            Al ser definidos los objetivos del Estado como limitados (en su política interior) e ilimitados (en su política exterior) es posible identificar una serie de posiciones o mecanismos de compensación que ponen un límite a ese objetivo ilimitado que la razón gubernamental prescribe al Estado de policía. Con lo mencionado anteriormente se pasa al tercer punto de esta ponencia el cual trata algunos principios de limitación de la razón Estado.  

A partir del siglo XVII y principios del siglo XVIII se desarrolla la racionalidad gubernamental y el derecho es un mecanismo que servirá a las personas que quieran contrarrestar las indefinidas limitaciones que tiene el Estado de policía. “La teoría del derecho y las instituciones judiciales ya no actuarán ahora como multiplicadores sino, al contrario, como sustractores del poder real”.  Para Foucault, la característica principal del derecho surgido entre los siglos XVII y XVIII es que se presenta como extrínseco al Estado y los limites impuestos provienen de Dios o se establecieron ya sea en el origen o una historia remota. Con esto se presenta la función de la actividad del derecho como algo limitativo en el que se hace posible cuestionar la legitimidad del gobernante y de su gobierno, pues  si este gobernante llegara a cometer abusos o usurpaciones, dicha ilegitimidad permitiría a los súbditos  liberarse de su deber de obediencia.

Al establecer el derecho como mecanismo de limitación del poder, el estudio resalta la transformación que se dio en este para mediados del siglo XVIII pues se introduce un principio de limitación al arte de gobernar que no es extrínseco al Estado sino que será una regulación interna de la racionalidad gubernamental presentándose así como un mecanismo interno al Estado de Policía. Esta limitación interna presenta cinco características fundamentales: La primera es que será una regulación de hecho. la segunda es que esta limitación, por ser una regulación interna, se compone de principios siempre valederos y en todas las circunstancias. La tercera es que el principio de esa limitación debe buscarse en lo que es interior a la practica gubernamental, es decir en los mismos objetivos que este gobierno se propone y debe respetarlos debido a que han sido propuestos por sus propias dinámicas internas. El cuarto consiste en una clara división de los que es preciso hacer y lo que no le conviene hacer al Estado. Por último en quinto lugar se enuncia que, al ser una limitación en función de los objetivos del gobierno, no se da sobre los sujetos sino sobre las posibles acciones o las cosas que están por hacer.

A parte del derecho como uno de lo mecanismos que limitan la racionalidad gubernamental o las acciones que se pueden realizar en la búsqueda por llevarla a cabo, en este estudio se indaga por la aparición de este tipo particular de Derecho. Es así como Foucault hace la siguiente pregunta: “¿Cuál es la forma de cálculo y de racionalidad que pudo permitir la autolimitación de una razón gubernamental como autorregulación de hecho, general, intrínseca a las operaciones mismas del gobierno y que podía ser objeto de transacciones indefinidas? Para el autor la respuesta es la economía política.  La economía política es lo que permitió, a partir de mediados del siglo XVIII asegurar la autolimitación de la razón gubernamental.

Para continuar con la economía política, como el conjunto de acciones que permitieron la aparición de un tipo particular de derecho, se definen algunas características. La primera es que la economía política no se desarrolló por fuera de la lógica de la razón Estado y por el contrario se generó bajo esta mismo lógica en la búsqueda por obtener uno de los objetivos que persigue el gobierno que es el enriquecimiento del Estado.  La segunda característica de la economía política es que no se propone como una objeción externa a la razón Estado. En tercer lugar la economía política reflexiona sobre las mismas prácticas gubernamentales en función de sus efectos y no las examina en términos del derecho para indagar por su legitimidad. Y por último, una cuarta característica es que pone de manifiesto los fenómenos, procesos y regularidades que  se producen en función de mecanismos intangibles y les hace ver no como derechos naturales anteriores a la práctica del gobierno sino como algo inherente a la práctica misma del gobierno.

Para finalizar, una vez presentada la definición del método y objeto de estudio que es el arte de gobernar, los dos tipos de objetivos (limitado e ilimitado) que tiene el Estado, y la limitación del Estado en el derecho, se pasará a la última parte de la lección que consiste en una apuesta por mostrar el acoplamiento a una serie de prácticas-régimen de verdad. Lo que el autor de esta cátedra entiende por prácticas-régimen  de verdad se relaciona directamente con la economía política y la transformación que esta realizó en el racionalidad el Estado a partir de mediados del siglo XVIII. Con una finalidad completamente funcional, la economía política mediante la racionalidad, transforma el problema de “legitimidad/ilegitimidad” que se le presentaba al arte de gobernar a finales del siglo XVII y principios del XVIII  en un problema que se resuelve en términos de éxito o fracaso. El autor concluye enunciando que la intención para el año actual al abordar el tema de la racionalidad gubernamental, al igual que en otro tipo de estudios como el de la locura, la enfermedad, la delincuencia o la sexualidad, es mostrar el acoplamiento a una seria de prácticas-régimen de verdad  las cuales forman un dispositivo de saber-poder que marca efectivamente en lo real, aquello que no existe y lo somete en forma legítima a la división de lo verdadero y lo falso.



 Bibliografía


Foucault, Michel, Nacimiento de la Biopolítica, (Curso en el Collège de France (1978 – 1979) Edición establecida por Michel Snellart, bajo la dirección de Francois Ewald y Alessandro Fontana, Traducción de Pons, Horacio, Buenos Aires, F.C.E. 2007.



Immanuel Kant: el fundamento de la moral


Un autor que escribe, o ha escrito a lo largo de su vida, es alguien que permite ver las diferentes etapas de su desarrollo intelectual. Este es el caso de Immanuel Kant, filósofo alemán que para 1785, año en el que ya se encontraba en su etapa de madurez, publica “Grundlegung Zur Metaphysik der Sitten”.  En dicha publicación, traducida al español como “Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres” el prólogo puede ser entendido como un ejercicio argumentativo que busca comprobar que una metafísica de las costumbres es necesaria. Para ello, y mediante un análisis descriptivo, he dividido este importante prólogo en cuatro momentos generales. En el primero se realiza una clasificación del conocimiento que parte de la la división entre lo racional y lo material. Posteriormente se encuentra una comparación entre la filosofía natural y la moral. Consecuente a esto un posicionamiento de la metafísica. Y por último una aclaración de cual es su objetivo con esta obra.

Para comenzar, es posible ver el modo sistemático con el cual procede el autor al realizar una división y clasificación del conocimiento. La clasificación inicia mediante una remembranza de la filosofía griega, su división  (física, ética y lógica) y un cuestionamiento por el fundamento de dicha división. La búsqueda o el cuestionamiento por el fundamento permite dos cosas: comprobar que la división de la filosofía este completa y determinar sus subdivisiones.

En la búsqueda de los fundamentos de la división de la filosofía griega se parte de que todo conocimiento racional es material o formal. “Todo conocimiento racional o es material y considera algún objeto, o es formal y se ocupa tan solo de la forma del entendimiento y de la razón misma y de las reglas del pensar en general sin distinción de objeto” (Kant, 1785). En dicha organización del conocimiento entre lo material y lo formal, con respecto al primero, es decir lo formal, surge una nueva separación que lo divide en dos. En definitiva, La organización se da del siguiente modo: La filosofía formal se llama lógica y su característica básica es que no puede tener una parte empírica. La filosofía material, a diferencia de la formal, al encargarse de los objetos y de las leyes que los rigen, se divide en dos partes. Una de estas es la teoría de la naturaleza o física que estudia las leyes de la naturaleza. La otra es la teoría de las costumbres o ética que estudia las leyes de la libertad. En esta clara distinción realizada por Kant la diferencia de la lógica con la filosofía natural y la moral se encuentra en que estas dos últimas tienen cada una su parte empírica.

Para continuar con un segundo momento en el análisis del prólogo, y posterior a esta clasificación en donde el conocimiento material ha sido subdividido en una parte que estudia las leyes de la naturaleza “leyes por la las cuales todo sucede” y otra que estudia las leyes de la libertad “leyes por las cuales todo debe suceder”, se realiza una comparación por similitud entre la filosofía natural y la moral debido a que ambas deben tener una parte empírica y pueden obtener sus teorías por medio la experiencia.

A diferencia de la filosofía natural y moral la filosofía pura obtiene sus teorías derivándolas exclusivamente de principios que se encuentran antes de la experiencia, es decir a priori. Es así como Kant hace una taxonomía o una clasificación del conocimiento que parte de la división de lo empírico y lo formal para explicar cual es la función de la metafísica. En la filosofía pura, cuando el conocimiento se ocupa de las reglas universales del pensar se llama lógica. Pero en esta misma filosofía, cuando el conocimiento se limita a determinados objetos del entendimiento se llama metafísica.

Posterior a los dos primeros momentos ya enunciados, uno en el que se hace la distinción del conocimiento en sus diferentes partes y otro en el que se definen las características de estas, el autor de la Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres en su prólogo, pasa a presentar el posicionamiento de la metafísica. Para tal fin recurre al argumento de la división del trabajo y la importancia que tiene el hecho de que “Cada sujeto se limite a cierto trabajo [...] para poder realizarlo con la mayor perfección y mucha más  facilidad” (Kant, 1785). A partir de ahí  resalta la importancia de que en el trabajo de investigación filosófico la filosofía pura en todas sus partes exige para cada una un investigador especial. Este trabajo de especialización exige que se separen cuidadosamente la parte que compete al conocimiento  empírico de la parte que respecta al conocimiento racional  para que no haya confusión en su estudio.

Con la distinción del conocimiento entre lo empírico y lo racional, queda claramente diferenciado que al igual que la física, en donde el estudio de la naturaleza se presenta como necesaria una metafísica de la naturaleza, antes del estudio del ser humano desde la experiencia (antropología práctica) es necesario que se exponga una metafísica de las costumbres. Para los dos casos, metafísica de la naturaleza y metafísica de las costumbres, se busca conocer lo que la razón pura puede por si sola construir y de que fuentes toma esa enseñanza que esta antes de la experiencia.

El autor consolida el posicionamiento de la metafísica (filosofía pura cuando se limita a determinados objetos del entendimiento) al hacer la siguiente pregunta: “¿No se cree que es de la más urgente necesidad elaborar por fin una filosofía moral pura que este enteramente limpia de todo cuanto pueda ser empírico y perteneciente a la antropología?” (Kant, 1785) Y consecuentemente le da su respuesta: “Que tiene que haber una filosofía moral semejante se evidencia por la idea común del deber y de las leyes morales” (Kant, 1785).

Es así como surge el cuarto momento en donde se evidencia que el objetivo de la obra es apelar a un principio de universalidad para la ley moral el cual se fundamenta únicamente en la razón y por lo tanto se encuentra como un principio independiente de la experiencia. La metafísica permite investigar el fundamento de una obligación que no debe ser buscada en la naturaleza del ser humano o las condiciones históricas en las que se encuentra. Si se busca dicho fundamento de la ley moral en la experiencia entonces se cometerá el error de identificar aquello por lo que el ser humano debe cumplir, no por deber moral, sino por obligación circunstancial. Un ejemplo de esto puede ser la búsqueda de las satisfacciones básicas (alimentación, refugio, reproducción) o las normas de una comunidad como el derecho o, en su expresión más básica, códigos tribales.

Al buscar el fundamento de la ley moral mediante la metafísica, completamente aparte de la experiencia, se comprende que el valor de dicha ley tiene que llevar consigo una necesidad absoluta. Cualquier precepto moral que sea obtenido a partir de la experiencia, por mas pretensión de universalidad que tenga, debe llamarse una regla practica pero no es un principio moral. Estos preceptos morales que se han obtenido mediante motivos empíricos pueden ser elevados a conceptos con pretensión de universalidad y de ahí surge a su vez el concepto de  pero este no es da carácter moral. Por el contrario los motivos que son obtenidos enteramente a priori y solo por el entendimiento sí son los realmente morales.

En conclusión Kant se propone publicar una metafísica de las costumbres que a su vez debe ser el resultado de “investigar la idea y los principios de una voluntad pura posible” y su fundamentación debe estar basada en  la investigación del principio supremo de moralidad que guía a la voluntad. Esta fundamentación tiene tres características: es un asunto aislado que debe diferenciarse de cualquier otro, es completo en su propósito y ha de separarse de cualquier otra investigación.

Como información adicional el autor afirma que al estar, este principio de moralidad, basado en la razón, y al ser la razón solamente una, la fundamentación de la metafísica de las costumbres es la crítica de la razón pura practica así como en el caso de la metafísica de la naturaleza el fundamento es la crítica de la razón especulativa. Para mayor precisión, y no confundir al lector, Kant llama a su obra “Fundamentación de la Metafísica de las Costumbres” pues una Crítica de la Razón Pura Práctica lo obligaría a realizar consideraciones de otra índole en la búsqueda de que dicha obra quedara  completa. A parte de lo anterior hace una separación, entre la Fundamentación y la Metafísica de las Costumbres como tal, para poder explicar primero en dicha fundamentación ideas de mayor complejidad y posteriormente la metafísica teorías que según nuestro autor son más fáciles de entender.

Para finalizar, el prólogo termina con una breve exposición del método a partir del cual se desarrolla la obra que “pasa analíticamente del conocimiento vulgar de la razón a la determinación del principio supremo de dicho conocimiento y luego vuelve sintéticamente de la comprobación de ese principio y sus orígenes hasta el conocimiento vulgar donde encuentra su uso”.

Referencias

Kant, Immanuel: Fundamentación de la metafísica de las costumbres, traducción de Manuel García Morente, editorial Porrúa, México 1975.