lunes, 25 de junio de 2018

¿Por qué estudiar la gubernamentalidad?

Para iniciar, es curioso ver como Michel Foucault comienza advirtiendo en su "Clase del 8 de febrero de 1978", y publicada posteriormente en el libro: "Seguridad, territorio, población, Curso en el College de France (1977-1978)" sobre sus limitaciones  debido a que tiene gripa. Y sin embargo, en medio de lo que el catedrático define como un momento de poca lucidez, y mediante “un esquemita muy torpe”, enuncia una tesis la cual considero, en lo personal, bastante compleja y trascendente al Estado como el elemento de mayor nivel generalidad que hasta ahora se había tratado.  Dicha tesis enuncia lo siguiente: “La idea de un poder pastoral, completa o, en todo caso, considerablemente ajena al pensamiento griego y romano, se introdujo en el mundo occidental por conducto de la iglesia cristiana” (p. 159)

El recorrido que realiza Foucault, para llegar a la tesis descrita anteriormente, inicia mediante un análisis de la gubernamentalidad. Esta, la actividad de gobernar, se diferencia  de otro tipo de actividades como reinar, mandar o hacer la ley. Por lo tanto, los atributos particulares de esta actividad permiten indagar por la especificidad del tipo de poder que se relaciona con la noción de gobernar. Además de la posibilidad de analizar la relación de gobernar con un modo de ejercer el poder, estudiar la gubernamentalidad también permite abordar el problema del Estado y la población. 

En este punto del análisis el filósofo francés se remite a sus investigaciones de años anteriores en donde al estudiar las disciplinas buscaba, entre otras cosas, realizar un desplazamiento. Para Foucault analizar las disciplinas permitió “pasar al exterior” del ente regulador y comprender como esta vinculado a un complejo de relaciones con un mayor nivel de generalidad. La metodología para hacer el desplazamiento al exterior, según el autor,  es mediante un análisis realizado de tres maneras. 

La primera manera de pasar al exterior de la institución, y sobrepasar el problema del institucionalocentrismo, lo realiza Foucault mediante el ejemplo de una institución disciplinaria, el hospital psiquiátrico.  Fundamentado en la obra de Robert Castell (Sobre L´odre psychiatrique), el filósofo en sus investigaciones, realiza un desplazamiento que  permitió “Proceder desde el exterior y mostrar que el hospital como institución, solo puede comprenderse a partir de algo exterior y general que es el orden psiquiátrico en la medida misma en que se articula con un proyecto absolutamente global que apunta a la sociedad en su conjunto y podemos llamar, en suma, higiene pública” (P. 141)

Es de este modo, y según lo planteado anteriormente, que se supera el institucionalocentrismo al comprender que las instituciones disciplinarias se encuentran vinculadas a unas dinámicas externas y dependen de estas  para su funcionamiento. Por lo tanto, en esta primera parte, se presenta  un método que “consiste en buscar detrás de la institución para tratar de encontrar, no solo detrás de ella sino en términos globales, lo que podemos denominar una tecnología de poder.” (P. 141) Para logar desenfocar el análisis de la institución, e identificar elementos externos, Foucault propone hacer una genealogía lo cual significa reconstruir toda una red de alianzas, comunicaciones y puntos de apoyo. Por lo tanto, con respecto a esta primera parte del método, es posible decir que lo que se busca es salir de la institución para sustituirla por el punto de vista global de la tecnología de poder. 

En continuación con el método de desplazamiento se presenta el segundo paso al exterior. En esta parte del texto el catedrático, por medio de la institución disciplinaria de la prisión,  advierte que su historia no esta dada “por los éxitos y los fracasos de su funcionalidad sino que se inscribe, de hecho, en estrategias y tácticas que se apoyan incluso en sus propios déficits funcionales” (P. 143) Por lo tanto, no se trata del funcionamiento exitoso de una institución sino de sustituir el punto de vista interior de la función por el punto de vista exterior de las estrategias. 

Por último, con respecto al método de desplazamiento, el tercer paso al exterior se define como aquel que se da respecto al objeto. Se trata de captar la dinámica por medio de la cual se constituye el objeto a través de las tecnologías de poder. Estas tecnologías y técnicas de poder no solamente constituyen el objeto sino un campo de verdad en donde dichos objetos se hacen cognoscibles. 

Una vez se han expuesto los tres pasos de un método de desplazamiento hacia el exterior, en donde se vincula la institución disciplinaria a tecnologías y técnicas del poder que se encuentran en un mayor nivel de generalidad, es posible decir que el punto en común de estos tres pasos es la identificación de las relaciones de poder de la institución para analizarlas desde la perspectiva de las tecnologías. 

Con la exposición del método, para desplazarse desde el análisis de la institución disciplinaria a un complejo de relaciones de poder mucho más general, Foucault aclara que lo que busca es explorar las posibilidades de hacer lo mismo con el Estado. Pero en el paso de estas tecnologías disciplinarias al exterior lo que se encuentra es el Estado.  Por lo tanto se identifica al Estado como una institución mayor y globalizante. Y debido a esto surge el interrogante de si es posible hacer el mismo paso al exterior pero con el Estado. “¿Se puede pasar al exterior del Estado como se pudo hacerlo con respecto a esas diferentes instituciones? […] ¿Es posible resituar el Estado moderno en una tecnología general de poder que haya asegurado sus mutaciones, su desarrollo, su funcionamiento? (P. 145)

Con la anterior exposición de un método de tres pasos para descentrar la institución disciplinaria,  y las posibilidades de hacer lo mismo con el Estado, surge la pregunta por la relación entre la gubernamentalidad y el Estado. Dicha relación haría posible equiparar, por analogía, a lo que se estableció entre técnicas de segregación-psiquiatría, técnicas de disciplina-sistema penal y biopolítica-instituciones médicas.

Es así que el análisis de la relación entre la actividad de gobernar y el Estado inicia indagando sobre el término gobierno. Gobierno es una noción que como término puede referir a muchas cosas y tipos de relaciones y en este punto el filósofo  se encarga de realizar una breve reseña en la que muestra las múltiples funciones que puede tener esta palabra particularmente en los siglos XIII al XV. Pero según Foucault, es entre los siglos XVI y XVII que la palabra gobierno comienza a tener un sentido estatal o de relación con una actividad del Estado. 

Gobernar puede entenderse desde un sentido puramente material y físico y también puede referirse a la conducta en un sentido moral. Se advierte por lo tanto que el término, antes de adoptar su significación política a partir del siglo XVI tiene múltiples significados. Sin embargo, a través de los múltiples sentidos que se le pueda dar, Michel Foucault evidencia y aclara que nunca se gobierna a un Estado ni se gobierna un territorio, ni una estructura política. “Los gobernados, con todo, son gente, hombres, individuos, colectividades […] Si se habla de gobernar una ciudad no se trata de la ciudad como estructura política sino la gente que vive en ella. […] Aquellos a quienes se gobierna son los hombres” (P. 149)

Dicho señalamiento, el que gobierno es algo que se realiza sobre las personas, es una idea importante que no es posible identificarla con la tradición de la cultura griega o romana. Es así que la idea de un gobierno de los hombres debe buscarse, o al menos su origen, en oriente. En principio un oriente precristiano y posteriormente en uno cristiano. A parte de lo anterior también se hace posible caracterizar este tipo de gobierno. Es decir, el gobierno que se identifica por ejercerse sobre los hombres se manifiesta de dos formas. La primera bajo la idea y la organización de un poder de tipo pastoral. Y la segunda bajo la dirección de conciencia, la dirección de las almas (P. 151)

Según Foucault, la idea y la organización de un poder pastoral, que el rey, Dios, o el jefe sea un pastor con respecto a los hombres, visto como un rebaño, es un tema que se encuentra de manera muy frecuente en todo el oriente mediterráneo. Y si se tiene en cuenta que el poder pastoral involucra a dios, el término pastor, no solamente permite designar la relación entre hombres, sino que a su vez, permite designar la relación de los dioses o el dios con los hombres. Es por lo anterior que se hace posible afirmar que el pastorado permite establecer la relación entre dios/dioses, soberano y los hombres. “El pastorado es un tipo de relación fundamental entre Dios y los hombres, y el [Dios] participa en cierto modo de esa estructura pastoral de la relación” (P. 153)

En continuidad con el análisis, el poder del pastorado tiene unas características particulares que Foucault entra a analizar. La primera característica es que en el poder pastoral se establece una relación entre Dios y los hombres. En dicha relación es Dios quien ejerce un poder sobre su pueblo y cualquier otro hombre designado para ejercer poder es un intermediario.  

La segunda característica es que el poder del pastor se ejerce sobre los hombres en movimiento. “El poder del pastor es un poder que no se ejerce sobre un territorio; por definición se ejerce sobre un rebaño en su desplazamiento, el movimiento que lo hace ir de un punto a otro. El poder del pastor se ejerce esencialmente sobre una multitud en movimiento” (154). 

Una tercera característica del poder pastoral, además de ser un poder que se ejerce sobre el pueblo, es su benevolencia. A diferencia del pensamiento griego y  el romano, en el que la benevolencia es una característica más que compone el poder, el poder pastoral se define en su totalidad por la benevolencia y su razón es hacer el bien. 

Con esta tercera característica  la salvación del rebaño es lo principal y la salvación del rebaño es su subsistencia. El poder del pastor es un poder de cuidados y acá aparece una cuarta característica de este poder. El poder del pastor se manifiesta en un deber de sustento. “El poder pastoral se manifiesta inicialmente por su celo, su dedicación, su aplicación indefinida” (P. 156) 

Con la cuarta característica el pastor también adquiere ciertos atributos. El pastor no es un ser superior que ejerce el poder desde una posición privilegiada, es alguien que vela en un sentido de “vigilancia del mal”. Foucault ejemplifica y fundamenta con el Dios hebreo y el egipcio el modo como se ejerce este poder pastoral: “en esencia [el pastor] tiene una responsabilidad, que no se define ante todo por el aspecto honorífico sino por la dimensión de carga y esfuerzo”. En consecuencia, este tipo de poder tiene unas consideraciones que se mueven entre el actuar bien, ser buen pastor, y el actuar mal o ser un mal pastor. El buen pastor es aquel que busca el bienestar del rebaño por encima del suyo propio 

Foucault cierra esta caracterización del poder pastoral enunciando un último rasgo y este consiste en que es un poder individualizador. La relación del pastor con su rebaño es una relación del pastor con cada una de sus ovejas. Este debe estar dispuesto a sacrificar a la totalidad de su rebaño por salvar a una sola. lo que se presenta como la paradoja del pastor que es el centro de la problemática cristiana del pastorado. “La idea de un poder pastoral es la idea de un poder ejercido sobre una multiplicidad y no sobre un territorio. Es un poder que guía hacia una meta y sirve de intermediario en el camino hacia ella. Por lo tanto es un poder finalista” Es un poder, por último, que apunta a la vez a todos y a cada uno en su paradójica equivalencia y no a la unidad superior formada por el todo . 

Al abordar toda esta cuestión del poder pastoral y el modo como funciona, Foucault llama la atención sobre la Iglesia Católica y como esta logra organizar un tipo de poder con sus dispositivos y técnicas dentro del Imperio Romano. Y esta conclusión, a mi modo de ver, se encuentra directamente relacionada con el método de desplazar al exterior. El filósofo y catedrático logra, por medio del análisis de un modo de ejercer el poder que es externo al Estado, superar el estadocentrismo para establecer y definir todo un complejo de relaciones de un nivel posiblemente  más general e históricamente anterior. 





Bibliografía 

Foucault, M., & Pons, H. (2006). Seguridad, territorio, población: curso en el Collége de France (1977-1978). Buenos Aires: FCE.